martes, 5 de julio de 2011
te quiero demasiado
Tú, apareces, el temblor recorre mi cuerpo, empieza formándose una bola en la garganta que va bajando poco a poco haciendo daño, la saliva ayuda a que el paso desde la garganta al estómago sea más ligero, pero duele tragar saliva, te acercas, el latido se mi corazón se triplica, la mirada se pierde, ya no sé donde mirar, sonríes, involuntariamente yo también, eso relaja, pero el temblor de mi pierna derecha sigue presente, ¿Por qué? Nadie sabe la respuesta, me tocas y las farolas de toda la calle es como si se fundiesen, ahora mi corazón se ha parado, el tiempo, está parado. Noto como si en un instante todo se hubiese congelado, volvemos a la realidad, ahora el temblor es más leve, mi corazón tiene un pulso acelerado, pero más normal, mis ojos observan cada parte de tu cuerpo detenidamente y mi boca sonríe tontamente y entonces decides besarme, latidos intensamente acelerados, sonrisa que se va alejando, me coges, el corazón incluso tiene vida propia se mueve demasiado, incluso creo que si abro la boca saldrá y andará por si mismo. Te noto cerca, tanto que puedo sentir tu saliva, tu pulso, tú también estás nervioso, pero seguro de sí mismo, tus labios me rozan, ahora, te toco lentamente, te acaricio, y noto tu piel seca, me encanta, tu olor se mezcla con el mío, ahora huelo a ti, me abrazas y el corazón vuelve a latir ahora con muy poco sonido, está cansado pero ilusionado, son demasiadas emociones cada vez que apareces
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario